Una enzima bacteriana aprovecha la vitamina C para frustrar la inmunidad

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Un estudio recientemente publicado revela que la bacteria oportunista Pseudomonas aeruginosa aprovecha la vitamina C para neutralizar un componente clave de la respuesta inmune humana, mejorando su capacidad para causar infecciones graves. Investigadores de la Universidad de São Paulo y de la Facultad de Medicina Chan de la Universidad de Massachusetts han descubierto el mecanismo molecular mediante el cual este patógeno se defiende contra el estrés oxidativo, una parte crítica de cómo el cuerpo lucha contra los invasores.

Cómo se defiende Pseudomonas aeruginosa

Pseudomonas aeruginosa es una bacteria particularmente peligrosa porque prospera en sistemas inmunitarios comprometidos y causa infecciones como neumonía en pacientes con fibrosis quística, infecciones del tracto urinario e infecciones graves de heridas. Su resistencia a los antibióticos lo convierte en un objetivo prioritario para nuevos tratamientos, según la Organización Mundial de la Salud.

Cuando el cuerpo detecta una infección, las células inmunitarias liberan especies reactivas de oxígeno (esencialmente, ráfagas controladas de sustancias químicas dañinas) para matar las bacterias invasoras. Sin embargo, P. aeruginosa posee defensas sofisticadas para contrarrestar este ataque, incluida una enzima llamada LsfA, un miembro de la familia de las peroxiredoxinas (Prx6).

La vitamina C como un aliado inesperado

El estudio, publicado en Redox Biology, detalla cómo LsfA utiliza la vitamina C (ascorbato) para desintoxicar el peróxido de hidrógeno, un potente oxidante liberado por las células inmunitarias. Esta interacción permite a la bacteria resistir el ataque oxidativo del cuerpo, reforzando su virulencia.

“Demostramos que el ascorbato puede actuar como agente reductor en un sistema celular, lo cual es algo nuevo”, explica Rogério Luis Aleixo-Silva, investigador que participa en el estudio. El equipo también obtuvo la primera caracterización estructural de una enzima bacteriana Prx6, revelando cómo la vitamina C interactúa directamente con el sitio activo de LsfA para regenerar su función antioxidante.

Implicaciones para las nuevas terapias antibacterianas

El descubrimiento desafía la comprensión convencional sobre cómo funcionan estas enzimas, lo que sugiere que la vitamina C desempeña un papel más importante en la defensa bacteriana de lo que se pensaba anteriormente. Es importante destacar que la enzima bacteriana LsfA difiere estructuralmente de su contraparte humana, lo que ofrece un objetivo potencial para nuevos fármacos. Los investigadores ya han comenzado a utilizar modelos computacionales para identificar compuestos que podrían alterar la función de la enzima sin dañar las células humanas.

Los próximos pasos implican una mayor investigación sobre cómo P. aeruginosa metaboliza la vitamina C y también prueba los efectos del bloqueo de LsfA en modelos de infección realistas. Esta investigación podría conducir al desarrollo de nuevas estrategias antibacterianas que aprovechen las propias defensas de la bacteria contra ella, ofreciendo una nueva arma en la lucha contra las infecciones resistentes a los antibióticos.