La segregación cromosómica precisa durante la división celular es fundamental para las células sanas y fundamental para prevenir el desarrollo del cáncer. Cuando los cromosomas no se alinean correctamente, se produce inestabilidad cromosómica, una característica distintiva del crecimiento canceroso. Si bien los científicos saben que un complejo proteico llamado cinetocoro orquesta este proceso, las funciones precisas de muchas proteínas individuales involucradas aún no están claras.
Ahora, investigadores de la Universidad de Osaka y el MIT han descubierto un nuevo mecanismo que rige la alineación cromosómica e identificado una posible vulnerabilidad terapéutica para el tratamiento del cáncer. Su estudio, publicado en Cell Reports, se centra en dos proteínas motoras (KIF18A y CENP-E) que trabajan de forma cooperativa para garantizar que los cromosomas estén colocados correctamente antes de la división celular.
Un análisis genético descubre una debilidad
Los investigadores utilizaron un enfoque inteligente: estudiaron células con un leve defecto preexistente en sus cinetocoros causado por una mutación en la proteína CENP-C. Al realizar una prueba CRISPR de todo el genoma de estas células, identificaron a KIF18A como un actor crucial. La alteración del gen KIF18A resultó fatal para estas células ya comprometidas, lo que pone de relieve una interacción letal sintética.
Investigaciones adicionales revelaron que esta vulnerabilidad combinada se debía a una actividad reducida de CENP-E. Básicamente, los investigadores descubrieron que KIF18A y CENP-E colaboran en sentido descendente de CENP-C para impulsar las etapas iniciales de alineación cromosómica.
Dirigirse a las proteínas motoras: una nueva vía terapéutica
Es importante destacar que las células cancerosas con niveles naturalmente bajos de CENP-E eran muy sensibles a la inhibición de KIF18A solo. Cuando ambas proteínas fueron atacadas simultáneamente, el resultado fue una potente muerte celular. Este hallazgo sugiere una estrategia prometedora para la terapia contra el cáncer: la inhibición de estas dos proteínas motoras podría matar selectivamente las células cancerosas y preservar las sanas.
Explotación de la vulnerabilidad celular en el cáncer
El hallazgo clave del estudio es que algunos cánceres poseen una debilidad preexistente (niveles bajos de CENP-E) que los hace susceptibles a la inhibición de KIF18A. Medir la expresión de CENP-E en tumores podría ayudar a identificar a los pacientes que se beneficiarían más de este tipo de terapia dirigida. Además, la combinación de fármacos dirigidos tanto a KIF18A como a CENP-E podría mejorar aún más la eficacia terapéutica.
Esta investigación ofrece un ejemplo convincente de cómo la comprensión del intrincado funcionamiento de la maquinaria de división celular puede traducirse en nuevos tratamientos contra el cáncer.
