Un hombre de 51 años se curó inesperadamente del VIH después de someterse a un trasplante de células madre para tratar la leucemia, lo que supone el séptimo caso confirmado de remisión del VIH lograda mediante este método. Este caso es particularmente significativo porque demuestra que la resistencia al VIH en las células del donante puede no ser necesaria para una cura, desafiando suposiciones anteriores y ampliando las vías potenciales para la erradicación del VIH.
Repensar la cura: más allá de la resistencia al CCR5
Durante años, el consenso científico sostuvo que las curas exitosas del VIH después de trasplantes de células madre dependían de que los donantes portaran una mutación genética específica (deleción de CCR5) que hace que las células inmunes sean resistentes a la infección por VIH. Cinco casos anteriores respaldaron esta teoría, lo que sugiere que eliminar el receptor CCR5 era fundamental. Sin embargo, un sexto paciente –el “paciente de Ginebra”– mostró una remisión del VIH sin esta mutación, lo que plantea dudas sobre su absoluta necesidad.
El último caso confirma estas dudas. El paciente recibió células madre con una sola copia mutada del gen CCR5, junto con una copia estándar. A pesar de esto, permaneció libre de VIH durante siete años y tres meses después de suspender la terapia antirretroviral (TAR), el medicamento estándar para suprimir el virus.
Cómo funciona: reinicio del sistema inmunológico
El proceso implica quimioterapia para destruir las células inmunitarias existentes del paciente, creando espacio para que las células madre del donante reconstruyan un sistema inmunológico nuevo y saludable. Anteriormente se pensaba que este nuevo sistema tenía que ser resistente al VIH. Pero este caso sugiere que las células del donante pueden eliminar cualquier célula infectada restante antes de que el virus pueda restablecerse. La clave puede estar en las reacciones inmunes desencadenadas por diferencias entre las células del donante y del receptor, donde las células del donante reconocen y destruyen las células infectadas restantes.
Qué significa esto: opciones más amplias, no una solución rápida
Este descubrimiento amplía el grupo de donantes potenciales para trasplantes que curan el VIH. Sugiere que más trasplantes podrían conducir a la remisión de lo que se creía anteriormente. Sin embargo, la cura no está garantizada y depende de interacciones complejas entre la genética del donante y del receptor.
Es fundamental comprender que los trasplantes de células madre son muy riesgosos y se utilizan principalmente para tratar el cáncer, no el VIH. La mayoría de las personas con VIH están mejor con tratamientos seguros y eficaces como el TAR o medicamentos más nuevos de acción prolongada como el lenacapavir, que solo requieren dos inyecciones por año.
A pesar de los riesgos, esta investigación impulsa los esfuerzos en curso para curar el VIH mediante la edición genética y el desarrollo de vacunas. Esta nueva comprensión de las respuestas inmunitarias en los trasplantes de células madre proporciona información valiosa para estos esfuerzos, acercándonos a una solución a largo plazo para millones de personas que viven con el VIH.
