La administración Trump ha anunciado el cierre del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR), un centro mundial líder en ciencias atmosféricas. Esta decisión plantea un grave riesgo para la previsión meteorológica, la modelización climática y la capacidad de la humanidad para prepararse para los crecientes impactos climáticos.
La Casa Blanca, a través del funcionario Russ Vought, calificó al NCAR como una fuente de “alarmismo climático” y tiene la intención de desmantelar la institución, preservando al mismo tiempo algunas funciones centrales como la modelización climática. Esta medida se produce a medida que aumentan las temperaturas globales y los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes, lo que genera preocupación sobre el momento y las consecuencias de tal perturbación.
Por qué esto es importante: La investigación de NCAR respalda evaluaciones clave del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, que informan la política internacional sobre reducción de emisiones y adaptación. Interrumpir este trabajo podría aumentar significativamente la incertidumbre sobre los escenarios climáticos futuros y obstaculizar una preparación eficaz.
Fundada en 1960, NCAR históricamente ha llenado un vacío crítico en la investigación atmosférica a gran escala más allá del alcance de las universidades individuales. Sus 830 empleados realizan estudios que van desde las profundidades del océano hasta la actividad solar, monitoreando fenómenos como incendios forestales, inundaciones y clima espacial.
Contribuciones clave en riesgo:
- Comprensión de las tormentas tropicales: NCAR inventó la sonda GPS, una herramienta fundamental para analizar huracanes.
- Seguridad de vuelo: Sus sistemas de advertencia de cizalladura del viento han evitado innumerables accidentes de aviación.
- Modelado meteorológico: El modelo de pronóstico e investigación meteorológica (WRF), desarrollado por NCAR, se utiliza ampliamente en pronósticos diarios y estudios climáticos.
- Simulación climática: El Modelo Comunitario del Sistema Terrestre (CESM), considerado el modelo climático global más utilizado, respalda la investigación sobre las emisiones de carbono, las corrientes oceánicas, las olas de calor y el derretimiento del hielo.
- Monitoreo atmosférico: NCAR opera aviones especializados para estudiar los niveles de CO2, la contaminación del aire y la actividad solar.
Interrumpir el trabajo del NCAR podría detener las mejoras en los pronósticos meteorológicos cotidianos, lo que podría provocar desastres y muertes más costosos. Como afirma el meteorólogo Jeff Masters, esto es similar a desmantelar la investigación armamentística en vísperas de una gran guerra.
Científicos como Colin Carlson enfatizan que los modelos del NCAR son esenciales para abordar problemas de salud sensibles al clima, como predecir brotes de enfermedades relacionados con patrones climáticos cambiantes.
La investigación del centro sobre aerosoles también es fundamental para evaluar propuestas de geoingeniería, que buscan manipular el clima para mitigar el calentamiento. Eliminar esta investigación dejaría a los tomadores de decisiones “volando a ciegas” al considerar intervenciones drásticas como la gestión de la radiación solar.
El cierre de NCAR representa un revés significativo para la ciencia y la preparación climática, aumentando potencialmente la vulnerabilidad al clima extremo y socavando los esfuerzos internacionales para abordar el calentamiento global.






















